La biografía de Gerardo Gatti*
Hoy tendría 80. A los 20 le decían “Camuso” por su adicción a la literatura del argelino Albert Camus. Fumaba tabaco “amarelinho”. Comiendo y conversando tomaba un vino (en el pasadiscos sonaba recurrente “Tinta roja”). Un amigo recordó su carcajada grande y linda, y que nunca lo oyó hablar con ironía. Otro, que hablaba entreverado por lo rápido y que para escribir era igual (“la madre me llamaba porque no entendía las cartas”, aseguró). Gatti era gráfico, linotipista, el que grababa en plomo las palabras que debían multiplicarse. “En la linotipo la letra le sale parejita”, bromeaban sus compañeros.
“Cuando la revolución le era presentada como un acontecimiento sublime, sin taras ni fallas, la revolución se le hacía vulnerable y torcida.”Alejo Car...
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