Se hace llamar Anarkia Boladona y es una grafitera brasileña, feminista, nacida en un barrio pobre de Rio hace 31 años. En los últimos meses se ha dedicado a pintar paredes en todo el mundo (recorrió una veintena de ciudades, desde Johannesburgo a Bogotá) denunciando la violencia doméstica. “Busco hacer a las mujeres conscientes de que no son capital del hombre”, dice a la agencia francesa afp. Llamada en realidad Panmela Castro, la muchacha creó hace un par de años la red Nami (“mina” al revés) de artistas feministas urbanas. “Usamos el arte como un arma pacífica y un instrumento de transformación cultural en la lucha contra el machismo”, dice.
Su apodo lo decidió luego de pelearse por enésima vez con su padre, “un tipo ignorante y sexista”. “Salí a escribir la palabra anarquía po...
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