Hablando de curas
Así es. Hemos sido traspasados, saturados de ritos, frases, discusiones, reivindicaciones sobre el nuevo papa, su origen, su pasado, su presente. Desde Roma, desde acá, desde Buenos Aires. Martín Caparrós condimenta su fastidio antieclesiástico y anticatólico en general con un chorro de vitriolo sobre la alegría de sus compatriotas: “La Argentina rebosa de gozo, se extasía ante la prueba de su éxito: seguimos produciendo íconos, caras para la camiseta universal.
Habemus papam era una voz extraña, y en una semana se ha convertido en un justo lema de la argentinidad: tenemos papa –nosotros, los argentinos, tenemos papa. La figura más clásica de la tilinguería nacional, el “argentino que triunfó en el exterior”, encontró su encarnación definitiva: si, durante muchos años, E...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate