Con Leonardo de León, director de Alur
Ya están lejos los días en que el suplemento salmón de El País definía a Alur como “seudópodo de un monopolio del Estado”, “una agrupación de empleados públicos con la seguridad garantizada [...] con una sustentabilidad de pacotilla”; aquellos tiempos en los que el diputado Pablo Abdala se sentía obligado a emprenderla anualmente contra el proyecto sucroalcoholero. Ahora la crítica es sibilina pero a veces logra instalar “datos” que Brecha recogió en su edición del 22 de marzo. El viernes pasado De León repasó con este semanario la evolución económica del proyecto.
—La semana pasada, en la Comisión de Industria del Senado, Bordaberry hizo cuestión de lo que ancap paga a Alur por sus compras de biocombustibles. Dijo que en 2010 los precios ...
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