La sangre de Loulou
La sangre de Loulou Awad, la última libanesa inocente que pagó el precio de la guerra en Siria, todavía mancha el concreto de su hogar destruido. Su casi igualmente roto padre Abdullah estruja las manos de su familia en duelo y de sus amigos, dándoles las gracias por compartir el dolor por la pérdida de su hija. Tiene 60 años pero ahora se ve de 100. Su hija sólo tenía 20, una musulmana chiita en una ciudad chiita, una estudiante con pocos motivos para esperar la muerte en la azotea de su villa en las colinas por encima de Hermel. Pero lejos, hacia el nordeste, el humo cuelga sobre una ciudad siria distante llamada Qusayr. Es de ahí de donde probablemente vino la muerte. “Estábamos cenando abajo cuando un misil impactó en un terreno cercano a nosotros”, dice Abdullah, ...
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