Durante el primer año de la presidencia de Joe Biden, la actividad económica de Estados Unidos –medida por el producto bruto interno– creció un 5,7 por ciento, el mayor incremento anual desde que Ronald Reagan, santo en el templo de los conservadores, fue reelegido en 1984. Desde la asunción del actual presidente, a pesar de los embates periódicos de las nuevas mutaciones del coronavirus, el índice de desempleo bajó del 6,7 al 3,9 por ciento, el nivel más bajo desde que apareció la pandemia. Las remuneraciones promedio de los trabajadores subieron un 4,7 por ciento de enero a diciembre.
La economía ha añadido 5,9 millones de empleos y el índice del mercado de valores, con los altibajos típicos de la especulación financiera, ha subido de los 30 mil puntos a los 34.900. Las ganancias de las ...
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