“Un minuto después”
Una familia desmembrada constituye el punto de partida del texto de Sebastián Barrios que, aparte de un par de pinceladas de corte naturalista, apunta a intrigar al espectador quizás aludiendo en forma directa a los propios personajes que parecen no llegar nunca a comprenderse. La madre, separada del marido, tiene un empleo que probablemente abandone, se dice que bebe y no hace nada por cuidarse en sus necesidades básicas. De ahí que pueda no extrañar su falta de preocupación en lo que concierne a una hija afectada de retardo mental, o la casi violenta y desconectada relación que mantiene con el hijo que no vive allí pero trata de visitarla y ayudarla. Como si lo que antecede fuese poco, hace ya tiempo se fue de la casa otra hija con quien la mujer no se comunica, a pe...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate