¿Qué haría usted si un buen día le anunciaran por teléfono que su amante murió en un accidente de auto? ¿Qué haría si el nombre del muerto, o de la muerta, no le dijera nada, porque quien llamó equivocó el número? No sé usted, pero Samuel, el protagonista y narrador de La invención del amor, permite que el malentendido progrese, adjudicándose el papel de intruso en un duelo al que sólo lo une el deseo de sentir “esa emoción intensa que sin duda provoca una pérdida”.
En torno a esa decisión impertinente, José Ovejero edifica la ficción que obtuvo el XVI premio Alfaguara de novela 2013.
Samuel cumplió 40 años, no acepta compromisos y sólo toma de la vida lo que puede complacerle sin crearle dificultades. Su soledad y su aburrimiento experimentan un revolcón cuando decide us...
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