Entre drones y robots
Un semblante joven, sudoroso, desfigurado por el barro. Un cuerpo, sacudido por las palpitaciones y la claustrofobia de la selva tupida. El enemigo está por todas partes: conoce las mil y una trampas de los caminos, el calor insoportable, y la densidad de la naturaleza es su manto protector. El sonido de las hélices de la nave salvadora ya es un recuerdo lejano. El soldado ha quedado abandonado a su merced. Secuencias de ese tipo son las que el cine y los libros han prodigado para representar uno de los traumas más profundos que ha debido soportar Estados Unidos: la guerra de Vietnam.
Había una superioridad tecnológica innegable en favor de la potencia bélica, pero los militantes del Vietcong se desplegaron como un ejército de hormigas. Su guerra de guerrillas fu...
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