UNO. Al fin de la jornada la ciudad de Busan se llena de grupos de estudiantes que vuelven a sus casas con el uniforme de rigor. Nada raro, si no fuera porque sucede a las 8 o las 9 de la noche. Y en un mes de verano en Corea del Sur. Esta gente estudia mucho, ¿no? Era buena ocasión para averiguar. Lo bueno es que cualquier coreano está preparado para hablar del tema, que es una obsesión nacional. Cualquiera está dispuesto a explicar que las clases son de 7 de la mañana a 4 de la tarde y suelen ser prolongadas con aprendizajes extra; además de los hagwons (academias privadas donde niños y adolescentes se forman en idiomas o aprenden a tocar instrumentos musicales). Por eso vuelven tarde, ya con la noche. Muchas veces luego de haber estudiado más de 12 horas diarias.
Cada año hay un día e...
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