Recuperación del patrimonio ferroviario de Peñarol
Hace ya muchas primaveras que Peñarol, no el club, que también, sino el barrio, busca renacer. Desde que en 1987, bajo el gobierno de Julio María Sanguinetti, los servicios de trenes fueran suprimidos, la zona comenzó a languidecer, y hoy no es ni la sombra de lo que fuera tres décadas atrás. Hasta entonces, recuerda Ruben Rubinstein, un comerciante de la zona, en el libro Barrio Peñarol. Patrimonio industrial, uno “podía elegir a qué cine ir, y lo mismo con todos los comercios.
Todos estaban por duplicado. Había dos panaderías, dos fábricas de pastas, dos casas de fotografía, dos joyerías. Había muchos bares, diez probablemente. Era un lugar alejado, pero Peñarol tenía una identidad propia de la que todos nos sentíamos orgullosos. Ta...
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