X Bienal de SaltoLa historia de los concursos desde siempre ha sido acompañada por inflamadas discusiones. A veces, pocas, sólo unas brasitas. Otras, muchas, llameantes opiniones. Ahora, y gracias a las inefables redes sociales, le tocó a la Bienal de Salto.
Este escribidor, como todo ser humano, tiene su parcela de chusma. Pero con pautas de otros tiempos; susurros en un boliche o en un encuentro casual. Rechaza con actitud acaso intolerante el conventillo electrónico de las redes sociales. Éstas han permitido, por lo menos en el campo de las artes visuales, que varios de sus actores interpreten una suerte de programa farandulero porteño. En el conventillo electrónico prosperan agravios, destratos, ninguneos y mesianismos. En el caso de la Bienal de Salto ha trascendido las redes para e...
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