Primer diario espiritual y un inédito
Lo que en principio era, y no deja de ser, una reseña de otro de los nuevos libros de Mario Levrero que siguen irrumpiendo en el Plata, se transmuta en este caso en una más amplia reflexión literaria que exige pensar al escritor cuando el “espíritu” remite y quedan pocos transeúntes en esa misma calle.
Habría que ver qué lugar habitan los escritores y qué hacen para sobrevivir mientras escriben sus libros. Mario Levrero, o el más civil Jorge Varlotta, como algunos todavía lo llaman, no fue todo el tiempo autor de folletines, humorista, librero, responsable de un quiosco, creador de crucigramas y textos de cómics, intérprete de sueños. En el tramo más influyente de la biografía y la obra, en sus últimos diez años, hizo de maestro de talleres...
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