Uno de los efectos más significativos de la crisis del agua potable ha sido la mayor atención sobre la utilización de los recursos hídricos. En el caso del agua destinada para el consumo humano, las recomendaciones se han centrado en el uso responsable por parte de la población. La situación extrema determinó la necesidad de mayores restricciones para las personas, que se ven obligadas a priorizar aquellas actividades consideradas esenciales para el día a día. Sin embargo, esa misma solicitud no parece haberse extendido a quienes utilizan el recurso diariamente para el desarrollo de actividades productivas. En esos casos, si bien la utilización del agua para consumo humano por parte de las empresas sigue siendo una incógnita, la cantidad de agua potencialmente potable de la que disponen an...
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