Con Javier Daulte
Jugar se debe el arte de tal suerte que vivo quede en la muerte, podría ser una rima de cabecera para el consagrado dramaturgo, director y actor argentino Javier Daulte, que cruzó a esta orilla para ver la puesta de un texto suyo, La felicidad, por El Galpón.* El teatro es una inutilidad próxima a la estupidez, sólo justificable por la fidelidad a sí mismo, dice. Y conviene destetarlo pronto.
—Es la quinta vez que elencos uruguayos montan una obra tuya, ¿cómo ves el desempeño de los actores locales en relación con el naturalismo característico de los argentinos?—Lo primero a señalar es que me siento muy honrado con las puestas que mencionaste, con la consideración que me dispensan teatros tan prestigiosos como El Galpón y el Circular. Los estilos de actuación ...
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