El director Patrice Chéreau dijo de Bernard-Marie Koltès: "Ha sido un meteorito que ha atravesado nuestro cielo con violencia en una gran soledad de pensamiento y con una increíble fuerza". La nota, publicada en Le Monde un día de abril de 1989, era la despedida de un amigo y no un texto que orientara a la crítica. Chéreau fijó la estampa de un "desesperado feliz" que sabía reír, el aspecto y el lugar de un dramaturgo disidente que confrontaba la interpretación de sus obras.
La historia de Koltès con el teatro uruguayo es un poco posterior, data por lo menos de 1992 y persiste. Se dio a conocer con Roberto Zucco, dirigida por Antonio Larreta, y continuó con la traducción de Margarita Musto de En la soledad de los campos de algodón, publicada en Cuadernos Agapá de la editorial Trilce e...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate