El pastor Javier Soto, de una de las tantas iglesias evangélicas que en Chile reúnen al 14 por ciento de los creyentes cristianos, se ha hecho conocido por su homofobia y por utilizar la religión para promover el odio hacia todos aquellos que no se ajustan a las normas sobre la vida sexual que él extrapola de La Biblia. “Fuera de Chile sodomitas y aborteros” fue la consigna, escrita en una gran pancarta, con la que Soto llegó a las audiencias del Tribunal Constitucional (TC) realizadas a mediados de este mes para considerar una demanda de los partidos de la derecha para invalidar la ley de interrupción del embarazo aprobada por el parlamento. Según esos partidos, la ley es inconstitucional porque el artículo 19 de la Carta Magna (promulgada en 1980 por la dictadura de Augusto Pinochet), es...
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