El 19 de junio murió el escritor Gley Eyherabide. Nacido en Melo en 1934, Eyherabide estaba en sus 30 cuando Ángel Rama lo puso en la antología Cien años de raros y lo emparentó con los surrealistas, los behavioristas anglosajones y los objetivistas franceses. A diferencia de otros jóvenes antologados que, o se llamaron a silencio creativo –Héctor Massa– o derivaron en otras tradiciones narrativas, como Tomás de Mattos, Eyherabide persistió en escribir lejos de los cauces más realistas, y persistió en el cuento. Sacó varias colecciones de ellos: El otro equilibrista (1967), Allá bien alto (1984), El otro equilibrista y otros equilibrios (2004), llegando cerca del centenar de relatos. A su muerte quizás su nombre sea poco conocido por las nuevas generaciones, pero hace dos décadas se ocupar...
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