Desde Artigas
El cuerpo tiene memoria. Lejos de complejas fórmulas hidrométricas y procedimientos meteorológicos de punta, un veterano almacenero del barrio Rampla, en la ciudad de Artigas, se basta a sí mismo para medir el nivel del río y determinar con precisión su comportamiento durante los últimos años: esta vez el agua le llegó a los hombros –dice, gesticulando–, mientras que la última gran subida del Cuareim, en 2001, apenas le había alcanzado a las rodillas. Lo arriesgado del cálculo no le impide concluir: “Fue la más grande de la historia”. Se refiere a la inundación que aguó el fin de año de miles de uruguayos, y arrasó a su paso viviendas, carreteras y plantíos, asegurándole a Artigas el primer lugar entre los departamentos con mayor número de desplazados del país. Habituados a l...
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