El giro de la política internacional del país parece visible en varios hechos de las últimas semanas, aunque venía insinuándose desde la transición. En su aspecto discursivo fue coronado por la apelación del ministro de Economía, Danilo Astori (también Tabaré Vázquez hizo referencias por el estilo), a que Uruguay se encaminaría hacia un “regionalismo abierto”.
Bajo esa definición, del discurso oficial del gobierno uruguayo han desaparecido algunos tópicos. Por ejemplo, la integración latinoamericana, la idea de “patria grande” y la convicción de que el país integra un eje progresista junto a Bolivia, Venezuela, Ecuador, Brasil y Argentina. También aparenta abrirse paso, en la concepción de la nueva administración, la idea de que para relacionarse con los países poderosos, especialmente con...
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