“Jamás había escuchado yo una orden rodeada por un eco de semejante hermosura, dicha con tal serenidad, dignidad y firmeza. Incluso la palabra ‘puta’ me había sonado bella. Probé repetirme a mí misma aquellas palabras: ‘Cállate, puta’. El hombre, sin embargo, ya no volvió a abrir la boca.” Esa orden –dada a una prostituta en los pasillos del hotel– trastocará la existencia de Mari, una joven de 17 años que vive y trabaja en el establecimiento. El hotel Iris, el negocio familiar regenteado por una madre déspota que se ubica en el centro de la novela de Yoko Ogawa (1962), se verá permeado por los acontecimientos de esa noche, y cuando Mari vea de casualidad al misterioso hombre en el pequeño balneario japonés no podrá evitar seguirlo hasta las últimas consecuencias.
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