Al comienzo de la segunda novela de Hanya Yanagihara, Tan poca vida (una traducción reveladora, menos sutil que el original A Little Life o “un poco de vida”, pero también “una vida pequeña”), cuatro hombres jóvenes y brillantes, estudiantes de una prestigiosa universidad de la costa este de los Estados Unidos, se mudan a Nueva York para comenzar sus carreras. Son un grupo diverso y extremadamente cercano: Malcolm Irvine, el hijo birracial de una rica familia de Manhattan que trabaja en el estudio de un famoso arquitecto; JB (Jean-Baptiste) Marion, hijo de inmigrantes haitianos y aspirante a artista visual; Willem Ragnarsson, el hermoso hijo de unos peones de Wyoming, que trabaja como mozo mientras intenta abrirse camino como actor; y Jude St Francis, un abogado y matemático, cuyos orígene...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate