Como tantos otros sistemas de ese tipo, que suponen dejar a particulares, fundamentalmente empresas, la gestión de servicios públicos por excelencia, las cárceles privadas fueron inventadas en Estados Unidos (en los años ochenta) y propagadas luego a otros países, sobre todo de América Latina (Brasil, Chile, México y Perú ya tienen o están por tener), África y Asia-Pacífico, y en Europa en Gran Bretaña. Un informe divulgado la semana pasada y citado por la agencia de prensa ips señala sin embargo que el modelo “no es rentable ni ofrece servicios adecuados”.La exportación del modelo se disparó desde que hace algunos años, bajo el primer gobierno de Barack Obama, se buscó en Estados Unidos tomar medidas para disminuir una población reclusa que se había disparado (780 por ciento de crecimien...
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