En la última década dos hermanos impusieron su presencia continua en los más prestigiosos festivales de Europa y del mundo, con un cine austero e incómodo, de situaciones sociales conflictivas y personajes profundamente cuestionables. El estreno montevideano de “El niño de la bicicleta”, última película de los hermanos Dardenne, es una oportunidad para revisar su obra.
Al ver a los hermanos Dardenne en entrevistas uno comprueba hasta qué punto ambos hablan con la misma propiedad sobre su obra y su forma de trabajo. En una entrevista en Clarín, Diego Lerer deja sentado que mientras hablan se pisan entre sí, que sus respuestas corren al unísono, que es imposible separarlos al transcribir sus palabras. A diferencia de otros hermanos cineastas, caso de los Coen o los Wachowski, qui...
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