Sobre la cooperativa Calcar
Más de medio siglo de historia. Una cooperativa que comienza, chiquita, en una ciudad del Interior pero que llegó a pararse firme frente a la competencia internacional. Una empresa que logró adaptarse a los nuevos cambios tecnológicos, creciendo y diversificándose, sin perder nunca su esencia solidaria.
Corría el año 56. El país ya estaba ajetreado por los aires sesentosos y el auge del cooperativismo. Carmelo era por entonces una ciudad de poco más de 12 mil habitantes, crecida al margen del arroyo Las Vacas. Como buen pueblo del Interior, se abastecía de la leche cruda que los productores locales transportaban desde la periferia rural en tarros cargados en camioncitos o carros. Pero la armonía de los carmelinos se quebró cuando la industria lechera comenz...
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