Desde el 14 de enero próximo los cubanos ya no tendrán que pagar 150 dólares para obtener un permiso de salida del país ni otros 200 por una carta de invitación de un amigo o pariente residente en el extranjero. Si no ocupan puestos sensibles en áreas como la defensa o la seguridad nacional y si no son deudores del Estado, les bastará con el pasaporte y el dinero de los pasajes para salir de la isla, y dispondrán hasta de 24 meses para retornar, en vez de los 11 de ahora. Militares, profesionales, médicos y deportistas de elite, considerados “vitales para el desarrollo nacional”, deberán a su vez contar con permiso expreso de sus jefes. De estas restricciones el gobierno cubano responsabilizó a Estados Unidos. “Mientras persistan las políticas de Estados Unidos que favorecen el ‘robo de c...
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