La conversión de un diario en red social
La redacción de Libération –un medio que en sus primeros años y algún tiempo más fue símbolo de prensa alternativa en Francia y marcó una época por su modo de hacer periodismo– se vio sorprendida la semana pasada con la decisión de sus accionistas mayoritarios, los magnates Edouard de Rothschild y Bruno Le-doux, de transformar al diario en “una red social paga distribuida entre varios soportes multimedia” y hacer de su sede, “reciclada por el arquitecto top Philippe Starck”, un “espacio cultural de conferencias que comprenderá un estudio de radio, otro de tevé, un newsroom digital, un restaurante, un bar, una incubadora de start-up”.
La “potencia de la marca Libération” (el logo del diario se conservaría) ayudaría al “despegue de la nueva nave”...
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