Una experiencia de mujeres rurales
Empezaron sabiendo que lo que en realidad querían era decidir. Llevan un cuarto de siglo trabajando juntas y han logrado su objetivo cuestionando las rutinas productivas.
Empezaron de cero. El grupo era una novedosa forma de estar. No sabían bien para qué pero estaban. Lo único claro era la crisis, y aparejado, un deseo profundo de permanecer en el campo. Su mayor preocupación era el futuro de sus hijos, y de a poco empezaron a pensar también en sí mismas y en lo importante que sería hacerse de un dinero propio sobre el que pudieran decidir. En el año 1987 un grupo de mujeres rurales impulsadas por la antropóloga Kiray de León empezaron a reunirse cada 15 días para gestar un proyecto colectivo, que significara un ingreso y que fuera propio. “E...
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