La semana siguiente a las internas encontró al Frente Amplio mal parado. Había votado peor que el Partido Nacional e incluso había conseguido menos votos que en 2014. La búsqueda de la candidata a la Vicepresidencia, el episodio con Gustavo Serafini –“Gucci”– y el tiempo que le llevó armar sus acuerdos electorales no auguraban el mejor panorama. Sin embargo, a fines de setiembre la aguja empezó a moverse. Todos los sectores se lanzaron a recorrer el país y las Redes Frenteamplistas lograron una gran convocatoria a su Banderolazo. El oficialismo terminó de despertar el fin de semana pasado con la extensa caravana que recorrió Montevideo y, con ese viento en la camiseta, cerró la campaña con un multitudinario acto en la capital.
Aunque muchos dirigentes y militantes frenteamplistas
aseguraro...
Artículo para suscriptores
Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social
Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.
¿Ya sos suscriptor? Logueate