“El camino que te lleva
en la espalda allí se muerde
la osamenta.”
Enrique Bacci
1. Le gustaba leer. “La gente piensa que porque pinto y vengo del campo soy una ignorante.” Decía esto con una lucecita bailarina en los ojos y una risa socarrona, levantando apenas el costado de su boca, sarcástica. Leía cuentos, novelas, ensayos, poesía. La motivaba, alimentaba sus naturales dotes creativas, pero independiente del aporte funcional de la lectura, leía porque le causaba placer. Esa mujer pequeñita, de pelo negro y enmarañado, de carácter fuerte y dulces maneras, había nacido en medio del campo, en Mataojo, donde Salto se junta con Tacuarembó y se “arriman” al Brasil. Era hija y nieta de brasileños. De dónde sacaba tanta energía era un misterio. Quizás la fue juntando de a poco, venciendo un...
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