Si se hubiera tratado de un país “normal”, 11 puntos de ventaja en un balotaje (55,42 contra 44,1 por ciento, más de 1,6 millones de votos de diferencia) hubieran llevado a cualquier medio de prensa de cualquier país a hablar de victoria por paliza del primero sobre el segundo. Pero al tratarse de la “especial” Venezuela, se habló más “en el mundo” del espectacular ascenso de la oposición que del cuarto triunfo al hilo en una presidencial de Hugo Chávez. Dicho pues: el domingo Chávez ganó por paliza, en 22 de los 24 estados del país, y quedaron en la nada catastrofismos del más diverso pelaje sobre eventuales fraudes electorales o violentismos varios.
Cierto también: el ascenso de la oposición conducida por Henrique Capriles fue notable. Chávez deberá ahora enfrentar tal vez los mayor...
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