El correísmo no es más que la expresión política de la profunda transformación emprendida por el capitalismo ecuatoriano en los momentos posteriores a la crisis financiera que vivió el país en 1999. Es decir, cuando un sector del capital nacional, transversalizado por los capitales regionales, pasa a entender mejor sus posibilidades de negocios propiciando un mayor nivel de consumo interno mediante la incorporación de sectores populares al mercado. Todo ello en el marco de una importante disputa de poder con las viejas oligarquías que dominaban las exportaciones agrícolas, el viejo modelo de agronegocio no tecnificado.
Superar la inestabilidad política que ha caracterizado el reciente pasado ecuatoriano significó repartir más en momentos de bonanza económica, buscando garantizar las condic...
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