Doce meses. En la cartelera teatral desembocan en una temporada veraniega en la que, por lo general, asoman pasatiempos humorísticos que, en marzo, le abren camino a un creciente ritmo de estrenos que luego siguen hasta los primeros días de diciembre. Este año no fue la excepción. Y una vez más la mayoría de los espectáculos infantiles apareció recién unos pocos días antes de las vacaciones de julio, un hábito que los especialistas ahora se proponen revisar para intentar volver a las prolongadas temporadas de teatro para niños que tenían lugar en Montevideo décadas atrás. La tendencia a utilizar espacios no convencionales para las representaciones continuó, y nuevos escenarios, como La Gringa, el Centro Cultural H Bosch y el Carlos Martínez Moreno, de la Plaza de los Olímpicos, dan la bie...
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