“Lo admiro profundamente”, fue la frase pronunciada por el presidente Mauricio Macri en referencia a Barack Obama en la simbólica y emblemática cena para mil invitados en el Centro Cultural Kirchner. El encuentro sirvió también para mostrar la política interna del macrismo: del kirchnerismo sólo fueron invitados el senador Miguel Pichetto, que ya adelantó su voto favorable para acordar con los fondos buitre, y el ex gobernador sanjuanino José Luis Gioja, lobbista de las empresas mineras estadounidenses y canadienses en la cordillera argentina. Macri se posicionó así como un naciente líder liberal en una región golpeada por los gobiernos de centroizquierda.
La visita del presidente de Estados Unidos tuvo fines similares: la recuperación de la imagen estadounidense en el patio trasero latino...
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