Tenía 39 años. Ese día estaba en la puerta de su casa del Barrio Sur cuando dos personas con sus rostros cubiertos se le acercaron y, antes de descargar siete tiros sobre su cuerpo impávido, le informaron: “Llegó tu hora”. Así murió Walter Risotto, en una noche de verano, cuando despuntaba el año 2012. Risotto era empresario gastronómico, andaba entreverado en el boxeo y su notoriedad mayor le llegó por la compra de futbolistas junto a Jorge Rama, en aquel entonces novio de Susana Giménez. Había sido procesado por narcotráfico en 1996, y cuando surgió el caso Campanita su nombre volvió a ser escuchado, aunque sin consecuencias esta vez. No fue el primero ni el último muerto por “ajuste de cuentas”, tal como caracterizó al asesinato la Policía. En setiembre de 2014, los cuarenta y pico de p...
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