El espejo negro del título refiere a un monitor apagado. Y hay algo de incómodo y de macabro en ellos, si uno los observa con detenimiento devuelven la imagen propia y del entorno pero en penumbras; puede verse a uno mismo envuelto en un mundo de oscuridad. Los monitores apagados son una molesta presencia latente, y será por eso que la gente se empeña tanto en mantenerlos encendidos. Para colmo cada vez son más: están colgados de las paredes, escondidos en los bolsillos, reposando sobre los escritorios. Esta impactante e incisiva miniserie británica nos invita a que por un rato veamos reflejadas nuestras subjetividades en ella, a enfrentar las penumbras que rodean al fenómeno de los medios masivos y a reflexionar, a partir de parábolas profundas relativas a la tecnología y sus efectos, có...
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