Asesinos “limpios” y mina de oro
En una década de accionar constante en Pakistán, los aviones no tripulados (drones) enviados por Estados Unidos a atacar “santuarios terroristas”, sobre todo en las áreas tribales federalmente administradas del norte del país, causaron la muerte de al menos 2.200 personas, más de 400 de ellas civiles, y heridas a otras 600. Esas cifras son las que pudieron comprobarse, ya que al tener lugar los ataques en zonas remotas y de difícil acceso, es probable que las víctimas hayan sido bastante más numerosas, denunciaron las autoridades de Pakistán, un país cuyo gobierno es sin embargo aliado de Washington. El relator para los derechos humanos de la onu, Ben Emmerson, no sólo avaló –hace un par de semana, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas– los datos...
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