Violencia en un clásico argentino
El clásico del fútbol en Rosario de Santa Fe, en Argentina, es el partido imposible, porque no hay modo de organizarlo: “Es más fácil un Argentina-Inglaterra”, dijo el empresario que creía poder lograr ese cometido. Pero tal vez es más atinado pensar que es el “partido eterno”, que no es fútbol lo que se juega sino una batalla con picos de alta intensidad como los vividos unos diez días atrás, que excede largamente a 22 jugadores, 14 suplentes y sus cuerpos técnicos. Ha perdido sustento focalizar la culpa en “un grupo de inadaptados”. El domingo 20 a las 18 horas el ministro de Seguridad de la provincia, Raúl Lamberto, confirmó la suspensión del clásico entre Central y Newell’s, programado en el estadio del primero. La decisión llegó luego de que recorrie...
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