El placer del texto - Semanario Brecha
Cultura Suscriptores

El placer del texto

Cuando la semiótica arribó al campus de la universidad de Brown en los tempranos ochenta, Madeleine Hanna quiso indagar en esa suerte de moda intelectual que subyugaba a sus compatriotas. Para una fina degustadora de novela inglesa, aquel seminario que traía la novedad de nombres como Derrida, Culler y Eco no hacía más que atentar, casi con ligero resentimiento, contra la figura del autor y su responsabilidad en la genialidad de la obra. Hasta que descubrió a Barthes y su “discurso amoroso”, y bajo esa luz quiso leer –o más oportunamente, “deconstruir”– su relación con Leonard, un estudiante de ciencias de personalidad intensa, a veces retraída, a veces avasallante, siempre a merced de su veleidosa química interior. Un encantamiento contra el que Mitchell Grammaticus –otro estudiante aven...

Artículo para suscriptores

Hacé posible el periodismo en el que confiás.
Suscribiéndote a Brecha estás apoyando a un medio cooperativo, independiente y con compromiso social

Para continuar leyendo este artículo tenés que ser suscriptor de Brecha.

Suscribite ahora

¿Ya sos suscriptor? Logueate

Artículos relacionados

Edición 2091 Suscriptores
Interpelación por la JUTEP: una vez más la oposición no cierra filas y el gobierno empata

Moneda de tres caras

Edición 2091 Suscriptores
Trata y explotación en la empresa Sanducitrus de Paysandú

La exprimidora

Edición 2091 Suscriptores
Aceguá, el pequeño rincón de la frontera

Por las sierras

Cultura Suscriptores
Con el historiador Alex Borucki sobre la trata esclavista en el Río de la Plata

Las cuentas pendientes

Edición 2091 Suscriptores
Estados Unidos y su ofensiva en el «hemisferio occidental»

De Robocop global a matón regional