El cine fue al comienzo una curiosidad científica y un espectáculo de feria. Su reconocimiento como arte comenzó en 1917 con la labor crítica de Louis Delluc, en París. Menos de treinta años después, al fin de la Segunda Guerra Mundial, era objeto de estudios académicos en la Universidad de Berkeley (California), en la Sorbona (París), en Londres, en las mayores universidades europeas. En 1944, en Francia liberada, se establece el famoso Institut des Hautes Études Cinématographiques (idhec). Los años de la guerra habían probado la formidable capacidad del cine para promocionar ideas, imponer una visión del mundo y de los hechos, la capacidad de hacer admirar o temer la realidad, que convertía al medio audiovisual en un poderoso instrumento de propaganda.
El mejor ejemplo de esas po...
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