Todo se precipitó el domingo en la noche. El virtual triple empate por la gobernación de Santa Fe entre el oficialismo socialista, la oposición del macrismo y el peronismo K, en ese orden pero con diferencias que representan poco más de 2 mil votos entre uno y otro, hizo de la campaña electoral el centro de las miradas.
Santa Fe es considerada una provincia testigo de cara a las elecciones presidenciales, no sólo por sus 2,5 millones de votantes, sino porque el socialismo ostenta el poder desde 2007 y aspira a mantenerlo, aunque no cuenta con un candidato presidencial propio. Tras la debacle del Frente Amplio Progresista y la deserción de su candidato presidencial, Hermes Binner, los macristas del Pro, de la mano del cómico Miguel del Sel, y el kirchnerismo, con Omar Perotti, pretenden que...
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