En paralelo a unas elecciones legislativas particularmente relevantes por el peso electoral que podía adquirir la extrema derecha (véase nota de apertura de esta sección), Holanda está siendo foco de interés por otro asunto, ligado en gran parte al anterior: el enfrentamiento diplomático entre el gobierno local y el del presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan. Todo comenzó cuando el Ejecutivo de Mark Rutte prohibió que el avión que llevaba al canciller turco Mevlüt Çavuşoğlu aterrizara en el aeropuerto de Rotterdam. Çavuşoğlu pretendía intervenir en un acto en favor de la reforma constitucional que promueve su gobierno y sobre la cual los turcos deben pronunciarse en el referéndum convocado para el 16 de abril.1 La comunidad turca es particularmente numerosa en Holanda, y el Ejecutivo de Ru...
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