Durante años confinada a un rincón de la academia, que la consideraba una forma apenas disimulada de referirse a ese pescado resbaloso que los peronistas originarios llamaban “ser nacional”, la cultura política fue rescatada por los estudios pioneros de Gabriel Almond y hoy goza de un estatus científico equivalente al de variables en apariencia más cuantificables y explicativas. Medida a través de complejas investigaciones de opinión, estudios de comportamiento y grupos focales, la cultura política refiere básicamente al modo en que una sociedad organiza sus intereses y valores, tramita sus conflictos y se da a sí misma un orden que refleja su idiosincrasia y que es, por lo tanto, un saldo provisorio de su historia. La encuesta de orientaciones ideológicas elaborada por Flacso-Ibarómetro e...
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