La decisión de otorgarle la prisión domiciliaria al ex oficial Eduardo Cabanillas, uno de los jefes del centro clandestino de detención Automotores Orletti, condenado a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad, disparó el debate sobre la justicia y la flexibilidad para con los responsables del terrorismo de Estado. Cabanillas volvió a su casa a cumplir la condena en plena feria judicial de invierno gracias a la decisión de los jueces Juan Carlos Gemignani, Eduardo Riggi y Ángela Ledesma, ocasionalmente de turno en esos días.
Pero el caso no es único y tiene antecedentes. En los días previos a la decisión judicial, amigos y familiares de Cabanillas publicaron cartas en el diario La Nación solicitando se contemplara la situación de salud delicada del reo de 74 años condenado –además ...
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