De poco serviría que al día siguiente se conociese que en el último trimestre el Pbi había crecido un 2 por ciento. Desde que el 15 de diciembre el ministro de Economía anunciara la “adecuación” tarifaria que regirá desde el 1 de enero, el sonoro calificativo “tarifazo” se impuso rápidamente sobre la expresión “ajuste fiscal encubierto”, que se había empezado a manejar en la casa de los Lamas.
“Hemos tomado como eje de actualización de las tarifas el porcentaje de inflación, que es aproximadamente el 8 por ciento”, dijo el ministro en La Mañana de El Espectador y los números lo acompañaban: la inflación acumulada era del 8,10 por ciento; los ajustes serían de 7,5 para Ute, de 8 para Ancap y Antel y de 8,2 para Ose, ente que también ajustaría en un 7,3 el cargo fijo de acuerdo con la capaci...
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