Hombre Araña (versión 3.2) - Semanario Brecha

Hombre Araña (versión 3.2)

Hasta en la sopa: “Spiderman: Lejos de casa”

Hasta en la sopa: “Spiderman: Lejos de casa”

El recambio de superhéroes fue necesario desde que actores como Robert Downey Jr, Mark Ruffalo y Jeremy Renner comenzaron a dar muestras de cansancio y vejez, y qué mejor idea que conseguirse uno nuevo que durara realmente, que fuese lo suficientemente joven como para rendir unos veinte años y una cantidad aun mayor de películas. De hecho, hace tres años que el entonces veinteañero Tom Holland se integró al universo Marvel como el nuevo Hombre Araña (un personaje para el que ya vienen sucediéndose tres actores diferentes en lo que va del siglo). Desde entonces ha participado con ese rol en cinco películas: Capitán América: Civil War, Spiderman: De regreso a casa, Vengadores: Infinity War, Vengadores: Endgame y esta última, Spiderman: Lejos de casa. Holland cumple muy bien con prácticamente todos los requisitos para ser un superhéroe: es un buen actor dotado de cierto sex appeal, es ágil y atlético, es gracioso y simpático. La clave del éxito de Marvel es esa: superhéroes carismáticos de los que quisiéramos ser amigos y a los que de buena gana visitaríamos una y otra vez en el cine.

Aquí1 el Hombre Araña viene bastante cansado luego de haber muerto y haber sido resucitado, de combatir junto con Los Vengadores, de enfrentarse con Thanos y salvar el planeta. Para colmo, se encuentra en pleno duelo tras la muerte de su mentor y se prepara para un viaje escolar a Europa, en el cual aspira a no tener ningún contratiempo y declarársele a la muchacha que le gusta. Por supuesto, se le aparecerán algunos monstruos y una amenaza a escala planetaria, lo usual en este tipo de películas. El tono es humorístico, en sintonía con una comedia de enredos, con los típicos amoríos, chistes de nerds y un tercero en discordia algo abusivo. La dupla de Jon Watts y Chris McKenna, director y guionista, respectivamente, se mantiene igual desde la anterior entrega de Spiderman, aunque en aquella el humor estaba mucho más pulido, había mayor dinamismo en la anécdota general (aquí el conflicto principal demora demasiado en presentarse) y la trama no era tan predecible. Un villano se presenta como un tipo bueno sin serlo, un “superhéroe” que sale oportunamente de la nada para combatir a los monstruos colosales engaña a Peter Parker y a todos, pero se vuelve muy evidente para el espectador. De la misma manera, la forma en que el protagonista acaba combatiendo la mayor de las amenazas estaba cantada desde, por lo menos, veinte minutos antes.

Aun así, la película es eficaz en su intención de hacer pasar un rato agradable, y hasta remonta, de a ratos, cierto vuelo. La capacidad del villano de provocar alucinaciones e imágenes de pesadilla mediante representaciones holográficas genera un par de escenas de acción inmersivas, en las que el protagonista pasa realmente mal, desorientado, y recibe golpes a diestra y siniestra, sumido en una atmósfera agobiante. Seguramente, los mejores cinco minutos de una entrega más bien irregular y poco memorable, una más en esta seguidilla anual que Marvel arroja constantemente.

1.   Spiderman: Far From Home. Jon Watts, Estados Unidos, 2019.

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