La exposición se llevó a cabo en Buenos Aires en el año 2008. Contó con una serie de piezas que constituyen una parte minúscula de los trabajos del autor como artista visual. Para la ocasión, libros artesanales con dibujos de pequeñas figuras humanas, animales, plantas, formas y situaciones de las que fluye la economía narrativa de estas historias dibujadas. La curadora de la muestra, Alina Tortosa, reconoce en Liscano “un autor en sentido amplio (que) dibuja, pinta, construye y escribe para comprender la vida y para analizarse a sí mismo, (…) sus objetos de madera pintados, cajas armadas e ilustradas por él, libros de artista, dibujos, y últimamente la pintura, dan cuenta de su dedicación a una tarea artesanal”.1
Me pregunto cuántos lectores de libros como La mansión del tirano o El furgó...
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