“Hombre versado en todas las disciplinas, curioso de todos los arcanos, padre de escrituras, de lenguajes, de utopías, de mitologías, huésped de infiernos y de cielos, autor panajedrecista y astrólogo, perfecto en la indulgente ironía y en la generosa amistad, Xul Solar es uno de los acontecimientos más singulares de nuestra época.” Así definía Jorge Luis Borges en 19491 a su amigo Oscar Alejandro Schulz Solari (Buenos Aires, 1887-1963): como un acontecimiento, es decir, como un fenómeno inevitable de la naturaleza o de la historia. La irradiación de ese hombre y de ese nombre (xul = lux; Solari = Solar) será determinante no sólo en la concepción borgeana del arte y de la filosofía –el mismo Borges lo coloca a la misma influyente altura que Macedonio Fernández y Rafael Cansinos Assens–, si...
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