Nuestras queridas damas que nos zarandean de un local a otro del shopping –locales que a nosotros nos parecerán exactamente iguales de tan aburridores– mientras realizan interminables comentarios sobre marcas y rebajas que no conocemos ni deseamos conocer, no pueden entender que nosotros estemos tan interesados en los detalles del cuello de la camiseta de Bosnia-Herzegovina o en si el “jas” izquierdo de Grecia jugará con zapatos amarillos. Al futbolero le importan esos detalles, y ya no le alcanza con saber que el nuevo diseño de la camiseta de sus amores viene con las rayas más finitas. Poco a poco, términos como “cuello polo”, “solapas”, “puños” (no en el sentido tradicional de método para resolver decanatos o aguantes) o “detalles en blanco” están pasando a ser tan propios del más popu...
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