Sobre un asesinato en el Prado
En el Prado nadie habla de otra cosa. Un vecino silencioso de mirada concentrada en la vereda, dueño de un Passat de los ochenta color violáceo, le disparó en el pecho al padre de familia que vivía al lado de su casa.
La calle Cisplatina esperaba el mediodía el sábado 23 de marzo como siempre, despreocupada, bostezando entre aperitivos, televisor encendido y trinos de gorriones interrumpidos por el raudo andar de los autos flechados hacia Suárez. Las copas de los paraísos empezaron a amarillear por estos días, danzando leves en viento calmo y temperatura ascendente. Esa semana una cuadrilla había podado los paraísos de las veredas, pero no completaron la tala. El de Juan y todos los demás hacia Suárez conservan su follaje.Juan nunca saludaba, trasegaba c...
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